Si quieres saber cómo limpiar pendientes de oro, presta atención.

El oro es un metal precioso con algunas cualidades que hacen que su limpieza no sea difícil. Sin embargo, debemos tener en cuenta algunos detalles para no dañar nuestras piezas de oro. Además, la composición de las joyas hace que no solamente estén compuestas por oro puro. Así, debemos tener en cuenta varios factores a la hora de limpiar pendientes de oro.

Cómo limpiar pendientes de oro con agua

Uno de las mejores soluciones para disolver la suciedad acumulada es, sin duda, el agua. Además de un elemento natural y no abrasivo, también es económico. Así, para limpiar los pendientes de oro debemos colocar las piezas en un recipiente y colocar sobre el fuego una olla con agua hasta que empiece a hervir. Este procedimiento solo es recomendable si las piezas no poseen ninguna piedra u objeto pegado o adherido.

La cantidad de agua no es necesario que sea muy abundante. Simplemente valdrá con que la joya permanezca sumergida. Debemos prestar atención a que no se toquen entre ellas para que no sufran ningún riesgo de rayarse o arañarse. Una vez el agua de la olla está hirviendo vertemos el agua sobre los pendientes colocados en un recipiente, teniendo mucho cuidado. Debemos verter el agua lentamente. Una vez todas las joyas queden sumergidas paramos de echar agua.

Por último, solo queda esperar a que el agua se enfríe. Una vez podamos introducir las manos para retirar los pendientes será el momento de sacarlos. A continuación, frotamos suavemente con un cepillo de dientes para retirar la suciedad y secamos con una toalla. A continuación, las dejamos secar hasta que no quede en el interior ni una gota de agua.

Limpiar pendientes de oro que tienen gemas o piedras pegadas

Por otro lado, si tenemos pendientes que, además de tener como componente principal el oro, tienen pegadas piedras o gemas, el proceso anterior no será adecuado. Por esta razón, el proceso de limpieza debe ser diferente. La joya debe estar seca, pues el agua podría introducirse por los huecos que quedan al colocar la piedra sobre el pendiente y eliminar todo el pegamento.

Así, sustituimos la inmersión en agua caliente por un paño húmedo y con jabón. Mezclamos líquido lavavajillas en una pequeña cantidad de agua y mojamos el paño en esta mezcla. Posteriormente, con movimientos suaves, frotamos sobre la superficie para limpiar los pendientes de oro. Posteriormente, para retirar el líquido lavavajillas, humedecemos un trapo con agua corriente y volvemos a frotar las piezas con mucho cuidado y movimientos suaves para no provocar arañazos o desprender las piedras o gemas pegadas a ellos. Por último, en estos casos, es fundamental realizar un buen secado. Para ello, debemos secar las piezas colocándolas boca abajo para que toda el agua se escurra y salga de los huecos en los que se haya podido introducir.

Recuerda antes de empezar a limpiar tus pendientes de oro asegurarte de que están en perfectas condiciones. En caso de no ser así, lo mejor es confiar esta tarea a un profesional que puede, además de realizar la limpieza, arreglar los pendientes de oro.

 

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